Muerte de Joe Arroyo.
Muere Alvaro José Arroyo, otro grande de la cultura caribe. Con tan sólo 57 años uno de los más grandes artistas de toda la historia artística de Colombia.
ASÍ LO REGISTRÓ ELTIEMPO.COM
Falleció Joe Arroyo, una leyenda de la música colombiana
El artista murió hoy martes en la Clínica La Asunción, de Barranquilla, a las 7:45 de la mañana.'El Joe', uno de los artistas más importantes del género tropical en el país y famoso por temas como Tania, Rebelión, La noche y Echao pa'lante, estaba recluido desde hace 29 días en la unidad de cuidados intensivos de ese centro hospitalario de la capital de Atlántico.
El músico padecía un cuadro clínico complicado, que incluía afecciones pulmonares, renales, cardiacas, sumadas a problemas de hipertensión y diabetes, lo que se cataloga como una falla multiorgánica.
De hecho, Arroyo pasó gran parte de convalecencia sedado, con un respirador artificial y sometido a constantes diálisis producto de una insuficiencia renal que también le aquejaba.
La historia de los males del cantante comenzó a las 7:30 de la noche del pasado 27 de mayo cuando tuvo que ser trasladado a la Clínica La Asunción, ante el registro de síntomas de paro cardiorrespiratorio que ameritó reanimación urgente.
"El Joe llegó muerto", dijo en ese entonces un trabajador del centro de salud que pidió reserva de su identidad. La Clínica confirmó el hecho a través de comunicados de prensa y los médicos que lo atendían. Finalmente fue dado de alta el 29 de mayo.
Pero en la madrugada del lunes 27 de junio, Arroyo volvió a cuidados intensivos debido a problemas de respiratorios, producidos por un edema pulmonar; y afecciones en sus riñones.
Álvaro José Arroyo González, el gran Joe, nació en el barrio Nariño, en una loma de Cartagena, el primero de noviembre de 1955. Allá se forjó el mito del niño tocado por Dios en la garganta, quien, más adelante, en la pubertad, se convirtió en la voz de los prostíbulos de La Heroica.
A los 15 años, Arroyo fue el cantante del Súper Combo Los Diamantes, en Sincelejo; a los 16, de La Protesta, en Barranquilla; a los 17, de Fruko y sus Tesos, en el país entero; y desde 1981, a los 24, de La Verdad, en los grandes escenarios del planeta.
Al momento de su muerte, la carrera de Joe Arroyo vivía una nueva época de oro, tanto que él y su orquesta tenían maletas listas para cumplir con varias presentaciones en el país y en Estados Unidos.
Además, una novela basada en su vida se emite actualmente con gran éxito de audiencia desde hace un mes, por televisión nacional.
El 18 de junio, en la que sería su última aparición en un escenario, El Joe fue homenajeado por todo lo alto en un concierto en el que estuvieron presentes Fruko y sus Tesos, Checo Acosta (famoso por sus Checumbias), el vallenato Diomedes Díaz, Wilson Manyoma, leyenda viva de la salsa caleña, famoso por su interpretación de El preso; Hánsel Camacho, el salsero Gustavo Rodríguez y Carlos Guerrero, ex cantante de Niche.
Pero no sólo eso. El gran cantante nacido en Cartagena iba a recibir el Premio Especial de la Academia del Grammy Latino a su trayectoria en noviembre, y los homenajes que se le hacen al intérprete de entre otros.
El músico padecía un cuadro clínico complicado, que incluía afecciones pulmonares, renales, cardiacas, sumadas a problemas de hipertensión y diabetes, lo que se cataloga como una falla multiorgánica.
De hecho, Arroyo pasó gran parte de convalecencia sedado, con un respirador artificial y sometido a constantes diálisis producto de una insuficiencia renal que también le aquejaba.
La historia de los males del cantante comenzó a las 7:30 de la noche del pasado 27 de mayo cuando tuvo que ser trasladado a la Clínica La Asunción, ante el registro de síntomas de paro cardiorrespiratorio que ameritó reanimación urgente.
"El Joe llegó muerto", dijo en ese entonces un trabajador del centro de salud que pidió reserva de su identidad. La Clínica confirmó el hecho a través de comunicados de prensa y los médicos que lo atendían. Finalmente fue dado de alta el 29 de mayo.
Pero en la madrugada del lunes 27 de junio, Arroyo volvió a cuidados intensivos debido a problemas de respiratorios, producidos por un edema pulmonar; y afecciones en sus riñones.
Álvaro José Arroyo González, el gran Joe, nació en el barrio Nariño, en una loma de Cartagena, el primero de noviembre de 1955. Allá se forjó el mito del niño tocado por Dios en la garganta, quien, más adelante, en la pubertad, se convirtió en la voz de los prostíbulos de La Heroica.
A los 15 años, Arroyo fue el cantante del Súper Combo Los Diamantes, en Sincelejo; a los 16, de La Protesta, en Barranquilla; a los 17, de Fruko y sus Tesos, en el país entero; y desde 1981, a los 24, de La Verdad, en los grandes escenarios del planeta.
Al momento de su muerte, la carrera de Joe Arroyo vivía una nueva época de oro, tanto que él y su orquesta tenían maletas listas para cumplir con varias presentaciones en el país y en Estados Unidos.
Además, una novela basada en su vida se emite actualmente con gran éxito de audiencia desde hace un mes, por televisión nacional.
El 18 de junio, en la que sería su última aparición en un escenario, El Joe fue homenajeado por todo lo alto en un concierto en el que estuvieron presentes Fruko y sus Tesos, Checo Acosta (famoso por sus Checumbias), el vallenato Diomedes Díaz, Wilson Manyoma, leyenda viva de la salsa caleña, famoso por su interpretación de El preso; Hánsel Camacho, el salsero Gustavo Rodríguez y Carlos Guerrero, ex cantante de Niche.
Pero no sólo eso. El gran cantante nacido en Cartagena iba a recibir el Premio Especial de la Academia del Grammy Latino a su trayectoria en noviembre, y los homenajes que se le hacen al intérprete de entre otros.
Dolor entre sus amigos
El manager del Joe, Luis Ojeda, afirmó en la W Radio que el cantante "venía en un proceso de recuperación muy paulatina, segura...pero desafortunadamente desde el jueves comenzaron a presentarse algunos baches que han originado que el estado de salud sea sumamente débil", dijo Ojeda.
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